sábado, 21 de enero de 2017

VENTOLERA, VENTOLERA

VENTOLERA, VENTOLERA...

Ventolera, ventolera
de fría noche de enero,
que me yela la mollera,
el corazón y los güesos.
¡Cate disca'n las crillas,
que duro viene este invierno,
que no eja nio, ni arbol,
ni matujas por el suelo,
ni tan siquiea a las gentes
que no tién parees ni techo,
tan solo cartones sucios
y penas en el moneero.
Que por no tener no tienen
ni un miserico brasero
pa torrar un chusco e pan
u calentarse los deos,
y pasar estos días tan malos
sin espichar en el empeño.
Pero aquí no pasa na,
las léstricas van subiendo
lo mesmo que las facturas,
que dan muchos dividendos:
ellos dividen ganancias
pa repartirlas contentos,
a nosotros nos dividen
lo que nos quea de sueldo
hista ejarlo en ná
y con el frío en el cuerpo.
Ventolera, ventolera
de fría noche d’enero,
que ejas frio en las almas
de tos los que tienen menos.
¡Pega un bufio mu juerte
y llévate tos los puestos
de los que cobran montones
a costa de los del puel.lo!
¡Arremolínalo tó!
¡Que no haya blanco ni negro!
Que toicos tengan bastante
y denguno tenga menos.
Seguro que así, señores,
no habrán hogares sin sueños,
zagalicos sin zapatos,
ni mandamases ajenos.
Los corazones calientes
pondrán a caldo a los frescos
y toiquio el mundo estará
sin sufrir tanto el invierno.
He dicho.
Emilio Soler "El Corcho"

jueves, 12 de enero de 2017

EN UN ROAL E LAS LOMAS

Tengo el orgullo de acompañar con un texto en panocho la obra de Juan Carlos Lopez Davis en la exposición múltiple en honor a Don Miguel de Cervantes, "CAUTIVO DE LA HERMOSA HERIDA", sita en el Museo Arqueológico de Murcia, y que está comisariada por Javier Lorente.
Este es el texto que acompaña a la obra (y va dedicada a mi padre, Emilio "El Corcho"):
EN UN ROAL E LAS LOMAS…
En un roal e la Lomas,
en el Campo e Ricote,
-no m’acuerdo e las señas,
ni tan siquiea del nombre-
ha un güertano que vive
con poquicas cosas el hombre,
con sus alpargatas encintás
y la casica n’el monte
con los aperos pa’l campo,
que d’ahí es d’aonde come.
Un perro escuchimizao
y una furra que no corre
l’acompañan la peoná
mentras c’hace sus labores.
Pa minchar, según el día,
tié arroz con caracoles,
zarangollo, pixto y magra,
y pa cenar, minchirones;
y los días que está nublao
migas con trompezones.
Joseico no tié penas,
nunca toma pesaombres
puisque, si tié un ratico
d’asueto, antoces coge
sus novelas del’oeste
con un héroe de renombre
con sombrero, con pistola
y’una plaquica que pone:
“Soy el cheri del lugal;
no busques complicaciones”
Y Joseico maquina
golando n’ensoñaciones
que él es el pistolero
más churubito y más noble
que vídose en la zudiá,
en la rigión u en el orbe…
Emilio Soler Poveda “El Corcho”