Cuando la mona viste de seda
qué guapa queda.
Cuando viste con ropa fina
y en la cara se da color,
¡va tan contenta!
Cuando se pone pendientes de oro
¡Ay, por favor!
¡Qué bonita va la mona
con su pañuelo de seda!
Su sonrisa alumbra tanto
que da envidia hasta el Sol.
Mona, deme una cita
para bailar con vos;
déjeme invitarle a una cena.
Cuando la mona se viste de seda
se me van las penas.
Emilio Soler.
No hay comentarios:
Publicar un comentario