domingo, 6 de marzo de 2011

¡A ver ande dejo er carro!

 
Aquí me tienen  ustees,
en er quijero e la cieca,
aposentao en una piedra
a la orillica e la arqueta
con pantalón remangao
y la gorra en la caeza,
asperando a tener agua
pa levantar el tablacho
y poer regar mi pieza.

Mentras aspero a que allegue
el torrental que me toca
me ponio a trajinar
con el piazo e melondra
que Dios me puso en su dia,
y  que me sirve pa pensar
además de pa llevar la gorra,
pa ver si doy con la tela
d’un asunto que me ronda
y que sus quiero contar.

Con le pepla der tramporte
istá la cosa joia
puisque agüa mesmo hay mas coches
que sitio en la artrovia,
que se gobiernan unas colas,
atascos y polsagueras
que no pues sacar la furra,
ni el carro, ni la carreta.

Pos la gente pa ir al “super”,
que le pilla a cuatro pasos
tié que coger er carromato
puisque trermina cansao.
U pa sacar perras der banco
u pa tomarse un café,
pa ir a comprar tabaco
u pa hablar con el José.
Y  se lian unas tracas
con toas las calles cortás
con los furros tos encomedio,
las carretas trascuzás;
y se piensan que poniendo
las lucecicas d’atrás,
esas que t’hacen guiños
y que son anaranjas
ya tiene uno lecencia
y no estorba en la calzá.    

Y tú, que vienes con prisas
puisque allegas e trabajar,
tiés que asperar a que sargan
con tu  carreta pará.
Y tú que estás esmayao
con la panza alborotá,
y tu parienta en tu casa
con  la comía prepará,
na mas que piensas en el plato
que aluego te vas a endiñar,
te s’acaba la pacencia
y pegas  una pitorrá.

Antoces te sale el menda
con la cara enfurruña,
asin como ofendio
y te suerta la parrafá:
“¡Acho, pos si ties prisa!
¡ha sio un segundo na mas!
Me tomo la caña y sargo,
la tengo recién echá.
¡Si por ahí cabe un camión!
¡Por ahí se pué pasar!”.

Y por muncho que te fijas
No dejas de carcular
el espacio que te quea
y no ves por donde entrar
Antoces el tio ya te remata
con la siguiente parlotá:
“si ves que no puees lo paso yo”
Y’eso ya te furmina
pos como güen conductor,
que sabes las riendas llevar,
pruebas a  pasar por el güeco.
¡Y te viene la cagá!,
puisque dejas la carreta
enganchá y encajoná.
Y  tiés que llamar al seguro
pa que arrel-le la trastá
y allegas tarde a tu casa
y ya ni comes ni ná.  
  
Pa evitar tanto tormento,
trigedias, enfados y disputas,
a tuicos los que mas mandan
en este roal  del Segura
puisque son los que mas saben
y tienen muncha cultura,
que sa’fijen en un parato
qu’estan poniendo en Murcia
pa que tuicos los murcianos
no tengan que sacar la burra.

Es una especie e busano
encarruchao en un ramal
que no hecha dengun humo
puisque va a lertricidá
y pué llevar muncha gente
d’un puntal a otro puntal,
pos te coge en la “Reonda”
y te apeas en la Universidá,
y encomedio del recorrio
ande quieras te pués bajar.

Anque en Blanca está la cosa joia,
puisqu’es un puel-lo pequeño,
y no se pué trayer el “tranvia”
puisque hay pocos dineros
y no ha tocao la loteria,
he pensao en este remedio
que nos va a dar la alegría:

Pos llamamos  al “Minero”
y que los deje la “Alsina”,
aquella qu’era tan vieja
y con forma d’aspirina,
y se puén coger obreros
de los que hacen las obras
de enderezamiento del “Puerto”,
y que caven una zanja
encomedio de to er puel-lo
y le aten una maroma
y asín darle movemiento.

El parato irá pasando,
¡vayan poniendo atención!,
inde el “Arco de Corona”
ista la mesma Estación,
puisque tamien son de Blanca
y van en la “operación”.

Tendrá parada en  los Tollos,
 el Runes y el “Alto Isabel”,
y tamien por el Palomo,
anque se tenga que torcer.
Por tuica la calle Gran Via
tamien se pordrá coger
pa poder ir a la caja
o a la farmacia de “Daniel,
anque si ese día no tiene  guardia,
como va a la “Punta el puel-lo”
te vas a la de Francisco
o vas a la de María José.

Allegando  por el “Trux”
siguiendo la carretera
habrá  parada en la curva
pa pelarte en ca “Carreras”.

Ya  pasao el Barrio d’el Café
la cosa irá mas corria
puisque solo hay que parar
en la puerta e la “Central”
al lao de la “Serrería”
y allegará tuico to tieso
a tuico er “campo de Blanca”
pa que lor de aquel roal
no tengan denguna farta.

Y’esta es la idea que he tenio.
Si les paece bien la dejo,
 y si no, no pasa ná,
que como icia aquel cazaor
c’habia matao un conejo:
“ya que lo tengo lo pelo
y le quito to el pellejo,
me lo hago con arroz
y asín le saco provecho”.

Güeno, señores, los dejo,
mu contento y mu orbulloso,
que como icia mi paere:
“son cosas de Emilio El Corcho”.

¡¡VIVA SAN ROQUE!!        

Emilio Soler Poveda “EL CORCHO”
25 de enero de 2010

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