martes, 25 de octubre de 2016

A LA ORILLICA DEL RIO

A la orillica del río
en el verano me siento;
a la orillica del río
juntico a los pensamientos
que barrunto mientras esfiso
las cañas que mueve el viento;
los pescaos y los pajaricos,
que viven tan tranquilicos
sin pesares ni lamentos.

A la orillica de río
me acercaba tos los días;
a la orillica del río
a verte cuando venías
con el canasto e ropa.
Y me quedaba mirando
como el agua desfrutaba
esa piel de porcelana
que yo deseaba tanto.

Por la orillica del río
nos íbamos de paseo;
por la orillica del río
entrelazaos nuestros deos,
de la mano bien cogios,
pensando en nuestros futuro:
la casica, los zagales,
el güertecico e frutales;
tú y yo siempre juntos.

Y la orillica del río
vido relumbrar tu cara;
esa orillica del río
ande tanto me cantabas
y me decías: “amor mío,
te quiero más que a mi via”.
“Yo contigo quiero estar,
y nos vamos a casar
pa jormar una familia”.

Esa orillica del río
aonde tanto prometiste;
mi orillica del río
se ha quedao sola y triste
porque toico se ha perdio.
Esfaratáo el juramento,
las nubecicas han nublao
el solecico templao,
esjarrando mi lamento.

A la orillica del río
me voy tuicas las tardes;
a la orillica del río
a quejarme y a llorarle…
Y el agüica, de corrio,
arrastra con correntales,
dejando mi corazoncico
como el jaspe, bien limpico
y a salvo tos los males.

¡Ay, mi orillica del río
de risas, llantos y cantares!


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